martes, 15 de febrero de 2011






Quiso el destino que esa noche hiciera frío,
y que el ruido de los coches me hiciera hablarte al oido.
Y si el diablo se contenta, con que dudes un instante,
vos y yo nuestras miserias y esta noche por delante, amor.
¿Quien sabe?

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